martes, 21 de mayo de 2013

Primeros recuerdos

No sé a qué años se empiezan a tener los primeros recuerdos.

Sí tengo dos que, bien porque quedaron grabados a fuego en mi memoria o bien por la de veces que los he recordado, son de mi primera infancia los que más recuerdo.

Con 4 años mi madre vino del médico con su bombo llorando como una magdalena, con un polo fucsia y la cara del mismo color. Mi padre sonriente. Yo les esperaba con mis abuelos y no entendía nada.
Toda la conversación la sé porque la han contado muchas veces. Pero recuerdo a mi abuela preguntando qué pasaba, mi madre sentada encima de mi padre y yo encima de mi madre, haciendo una montaña de amor, y mi madre encanada de llorar que no era capaz de hablar.

La historia era la siguiente:
Mi madre, embarazada, había ido al ginecólogo y le había dado la enhorabuena porque los fetos se encontraban bien.
-¿Cómo que "los"?
-Sí señora, lleva dos.
-No puede ser. Que ya le toco a mi amiga Carmen el año pasado y no puede tocarme a mí.
-Pues sí mire señora, aquí puede verlos.
- (Mi madre en modo dramón) Ay qué desgracia! Dos de golpe! ¡¡¡Y qué hago con la otra que tengo en casa, con lo mal que come y lo que llora!!!!
Lo del médico debía ser un poema.
Aparece mi padre y mi madre, con su habitual sutileza:
-Cabróóóóóón, ¿qué me has hecho? ¿No querías taza? Pues taza y media!! (mi padre era el más feliz del mundo teniendo gemelos)

Así que así llegaron a casa de mi abuela y así los recuerdos yo. No puedo olvidarme de la frase de mi abuelo, agricultor de pura cepa: - No te preocupes hija mía, que ya plantaremos un palico más de patatas! - Todo lo arreglas tú con patatas papá! ¿No ves qué chandrío?. Genio y figura hasta la sepultura.

El siguiente recuerdo es, con 5 años recién cumplidos, mirando por la cristalera de una sala de hospital a dos muñecos que, decían, iban a ser mis hermanos. Uno dentro de una urna de plástico con una pañuelo de papel como pañal que parecía una lagartija, y el otro en una cuna de cristal del tamaño de una bandeja de canelones donde sólo asomaba la cabeza.

Y yo tuve mucha envidia, la casa se lleno de olor a caca, lloros, leches y mis padres que no daban a basto. Y yo me dediqué a aprender a leer, a sumar y a restar con mi tía porque odiaba las muñecas, ya tenía a dos en casa las 24 horas. Sin embargo de esto no me acuerdo, sólo tengo recuerdos buenos.

De eso han pasado 23 años...
...con sus abrazos, sus achuchones, sus "cuida que lo vas a arguellar" y"cuida con la cabeza que es muy sensible". 
...con juegos sin fin, disfraces variopintos, el más molón de Zipi y Zape, fotos en taparrabos.
...con construcciones en la terraza: "mamá esta noche dormimos aquí, de aquí no nos mueve nadie" y a la hora todos tapados hasta las orejas en la cama.
..con escondites llevados al límite de antes me meo en la mopa detrás de la puerta que que me pillen
...con alguna que otra torta y/o pizco, castigos de 3 días por NO romper barcos de cristal, figuras descuartizadas (esto sólo lo sabemos nosotros), cortes de pelo a la última moda (ejem).
y con todas esas cosas que hacen 3 hermanos juntos. 

Aunque a veces siguen dando tanto mal como cuando tenían 5 años, les deseo un MUY FELIZ CUMPLEAÑOS, que la vida les sonría, que se quieran más y que estén bien cerquita de mi. 

Para mí no hay nada como el amor a un hermano. Y yo tengo dos.




viernes, 10 de mayo de 2013

Un fututo prometedor

Ayer en el bus urbano, tenía justo delante sentados a dos chavales de unos 15-16 años.
Se sube mucha gente en una parada.

-Co!, yo si alguna que este buena quiere la metemos aquí en medio y hacemos un sándwich.
-Vale, yo pongo la longaniza.
-Estaría guay eh.

Qué tierna adolescencia pienso yo, y me sumerjo en mi libro. Cuando capta mi atención una conversación a medias y ya me impide concentrarme del todo:

-Que no co!, que un proxeneta es el que las obliga a prsotituirse.
-Eso quería decir tío.
-Pues tío a mi me gustaría trabajar de eso. Bueno no de proxeneta, pero tener un puticlub. Y no por tirarme a todas, que también, sino para poder decir venga a ti te doy 10 a ti 100, depende como me caigan.
-Pero ¿eso va así o que?
-Sí. Yo les daría 10 euros por cada uno, y cada 6 tíos, les daría 10 euros más. Y yo que se, si llega a 10 le regalaría un paquete de tabaco o algo así. Sería un jefe majo, en plan que haría ofertas y tal.
-Pues tiene pinta de ser un trabajo de puta madre.
-Sí tío, tiene que estar guay.

Me tuve que morder la lengua para decirle que después de 10 tíos lo que les tendría que regalar sería un tubo de vaginesil, porque era lo que iban a necesitar.

A mis 28 primaveras me quedé horrorizada, en serio.

¿Dónde quedó el yo quiero ser profesor, carpintero, abodago o mecánico de mayor?

sábado, 4 de mayo de 2013

Dando un salto mortal

"Hoy me he levantado dando un salto mortal,
he echado un par de huevos a mi sartén,
dando volteretas he llegado al baño,
me he duchado y he despilfarrado el gel.
Porque hoy... algo me dice que voy a pasármelo bien...
 "

Vale, en vez de huevos han sido tortas de masa.

Vale, no he dado volteretas porque con mis antecedentes corría el riesgo de pasar el día en urgencias.

Vale, tampoco he despilfarrado gel porque el bote tenía el agujero pequeño (siempre que digo agujero pequeño me acuerdo de una amiga que dice con acento cubano "e que tiene la vahina muuu grandeeee" y no es que esté hablando aquí de vaginas, que hablaba de botes de gel)

Lo que sí tengo clarinete.....algo me dice....que voy a pasármelo de puuutissss!!!!!!

Probablemente sea el día que más feliz me haga madrugar, si es que feliz y madrugar pueden combinar de alguna de las maneras.
Más si es sábado.
Más si hace sol.
Más aún si estoy en casa con mis padres y brostis y van a venir la mayoría de mis amigos a comer.

Como marca la tradición mi abuela ha venido bien temprano, y de propio, a felicitarme. Pasan los años y siguen igual. Se la ve feliz cuando me felicita, me trae la propina bien dobladica y con la frase "amante, ójala pudiera darte más" y sólo lo hace por teléfono si no le queda otra.

El resto del día no os lo puedo contar, aún.

Sólo puedo decir que igual que cuando cumplía 9 años, independientemente de los que sean, me embriaga un estado de felicidad que a unos les sorprende, a otros les fascina y a mí me encanta. Y me dura todo el día, hasta que leo las 00.00 del día 5 de mayo y me entra una tristeza inmensa.

Quizás con los gintonics lo lleve mejor.

Pero para eso ¡¡¡aún queda mucho!!!


viernes, 3 de mayo de 2013

Hoy tengo que comprar....

Esta es mi lista de la compra de hoy para el menú de mañana:

APERITIVOS
-Olivas (no hay aperitivo que se precie sin olivas sin hueso rellenas de anchoa)
-Palito cangrejo+ huevos+ mahonesa = Montadito de chaca
-Jamón serrano (montadito de jamón batido)
-Cebolla + rulo de cabra (cebolla caramelizada con queso de cabra)
-Ensaldas (yo de lo que come el grillo, poquillo)
-Pan

CHICHA
-Ternasco (esto según mi abuelo "se deja pa´ hacer lo último pa´que la gente se infle de todo el resto y el ternasco, que es lo mejor, se quede pa´los listos que hemos dejado hueco." Lecciones que una aprende)
-Panceta
-Choriceta
-Salchichas
-Muslo de pollo deshuesados

BEBIDA
-Sidrina asturiana (vermout)
-Tinto de verano
-Cerveza (mucha mucha pero mucha)
-Ginebra
-Tónica
-Limonada
-Naranjada
-Cocacola
-Hielos
-Limones

A todo esto le añadimos croquetas de shitake+jamón+ foie, bizcocho de naranja con cobertura de chocolate y tarta de queso gentileza de mi supermadre y sólo puede siginifcar una cosa....

....BARBACOA DE CUMPLE!!!!!






jueves, 2 de mayo de 2013

Involución cerebral

Cada vez más a menudo y sin que nadie me oiga, me pregunto a mí misma si mi cerebro está involucionando.
Vamos, que si lo tengo atrofiado.
Mejor dicho, que si lo estoy atrofiando.

Con lo que él y yo hemos sido. Poder estar hasta 10 horas estudiando: mi cuerpo sentado y mi cerebro cavilando. Pegarme 5 horas haciendo un exámen. Me dan escalofrescos. Ahora me cuesta a veces hasta concentrarme en algo denso que estoy leyendo.

Ayer sin ir más lejos, me pegué media hora para sacar una ecuación de tercer grado. Eso que algún día supe hacer. Con la consecuente ofuscación y frustración. Por mis ovarios que la saqué, pero me da mucha pena que mi naturaleza vaga haga que sin darme cuenta o mejor dicho sin prestar demasiada atención, mi materia gris cada vez sea más negra.

Como si de un músculo sin usar se tratase, mis conexiones neuronales bien se podrían componer ahora de coca-cola y no me daría ni cuenta. ¿Lo estoy volviendo tonto?

Es una autocrítica.
Esta vez escrita.
Probablemente mañana se me habrá pasado.
Hasta que me llegue un derivada.
¿Qué pasará con una integral?
Y así sucesivamente.