viernes, 15 de febrero de 2013

El amor no está sobrevalorado

El ser humano, por definición, es un ser social. Eso lo aprendí en clases de antropología (además de muchas gilipolleces).
El ser humano, por naturaleza, es un ser social. Eso lo estoy aprendiendo a la par que voy viviendo.

Estamos hechos para amar. Podemos hacer muchas cosas en la vida, sentirnos felices o infelices con lo que hacemos, gratificados, pero la plenitud no se alcanza si no eres capaz de amar. Y esto es así.
Unos se aman a sí mismos, otros aman sus cosas,  otros a su Dios, otros la naturaleza, otros lo hacen a su familia, amigos, pareja...y así un largo etcétera. Otros, como yo, amamos a una combinación de todo ello.
No tengo hijos, por lo que el amor de madre sólo lo puedo oler en el que la mía me profesa, pero creo, casi estoy segura, que sobrepasará a todos los demás.

Para mí, amar, es sentir cariño, admiración, dolor, incertidumbre, plenitud, orgullo, todo eso y más hacia una persona.
Amo a mis abuelos por todo lo que han significado para mi, y me duele mucho pensar que algún día se irán. Amo a mis padres por todo lo que han hecho de mí y por mí, y por ser mis dos faros delanteros. Amo a mis hermanos hasta el punto de matar si fuese necesario, porque desde el momento 1 de sus vidas, ahí han estado, y he tenido la necesidad de defenderlos y cuidarlos como la leona reina de todas las sabanas (que por cierto, las de con acento, les enseñé yo a doblarlas :)). Amo a mis amigos porque simplemente disfruto de tenerlos. Amo mi trabajo porque me hace sentir realizada, y hace que mi esfuerzo ( y el de mis padres) vaya teniendo recompensa.

¿Y el amor de una pareja?
Siempre he tenido todos los anteriores, siempre, en mayor o en menor medida, siendo más o menos consciente, pero 9/10 partes de mi vida he estado soltera. Soltera y feliz. Sí, he disfrutado de mi soltería y no he echado de menos tener pareja estable. ¿Por qué no la había tenido? Quizás. ¿Porqué el resto de amores la había suplido? Quizás. ¿Porqué hay que ser feliz con lo que se tiene? Quizás también.
El caso que ahora la tengo. Ahora la tengo y me llena pero que hasta reboso. Y él me pregunta: ¿Qué te gusta de mí? Y aparte de todos los adjetivos maravillosos que podría decir que se le hincharía el pecho cual Lolo Ferrari (una vez vi en el Pronto de mi madre las tetas de esta tía, que sostenía encima de cada una, una copa de champán. Alucifloté) sólo me viene a la cabeza una cosa: Me siento plenamente feliz con él en mi vida. Es "simplemente" eso.

El llegar a casa, hayas pasado un día bueno o un día de total desasosiego, cuando cierro la puerta de casa, y él está dentro, las paredes tienen como unos poderes y nada malo va a pasar mientras esté aquí, me siento protegida. My baby just care for me.

Os dejo una canción para que, a la luz de una vela, la disfrutéis mientras bebéis una infusión, un colacao, una copa de vino o un gintonic. Lo que sea que os relaje.











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